Cuando uno empieza en esto de Internet, se informa un poco, y al final acaba contratando uno de esos «paquetes de hosting» y un «nombre de dominio». Al principio lo justo para poder tener alguna información personal o escribir tu blog sobre el tema que más te interesa.
Lo del nombre de dominio, es fundamental para tener tu «seña de identidad» en Internet. El que te busquen por tu marca, y no por la de otros, es lo que te va a diferenciar al fin y al cabo.
Pero poco a poco, ves que lo que era una forma de adentrarte en la red, se convierte en algo a lo que sacar un poco de provecho. Ahora tu máxima no es tanto darte a conocer, como tener muchas visitas, ofrecer espacios a anunciantes con los que ganar algo de dinerillo extra, u ofrecer tus productos para la venta online.
Bueno, quien más y quien menos ha hecho sus pinitos en Internet. Y a este nivel, comienzas a ofrecer tus propios productos, revenderlos y labrarte un sitio en Internet.
…y llega un día en que empiezas a ver que tus visitas aumentan junto a tus clientes, y ves como, aquél paquete de hosting inicial que contrataste, se ha quedado pequeño. Tus visitas son tantas que consumen más transferencia que la que tenía tu hosting por defecto, y los costes suben.
Es cierto que, de momento, uno va tirando con ampliar su paquete de hosting, hasta ir cubriendo sus necesidades en cada momento. Es lo más económico y probablemente la mejor opción.
Sin embargo, también llega el día en que las ampliaciones se quedan cortas… Ya no hay planes superiores a los que acceder… o realmente un paso a otro paquete superior no nos compensa económicamente. ¿Qué hacemos entonces?
Pues hay que pensar en el siguiente paso: un hosting dedicado, es decir, nuestro propio servidor en Internet.
El siguiente paso: un servidor dedicado
Hemos pasado de tener un hosting compartido (una buena solución para empezar en Internet por su excelente relación calidad/precio) a buscar una solución más profesional, con nuestro propio servidor dedicado, porque:
- El producto compartido nos resulta insuficiente.
- Encontramos importantes ventajas en el hosting dedicado.
- Es más económico un hosting dedicado frente a contratar múltiples planes de alojamiento web compartido.
Bueno y ,llegados a este punto, ¿cuáles son las ventajas de pasarnos a nuestro propio servidor dedicado?
Pues podemos enumerar muchas, entre ellas, las siguientes:
- Seguridad. Un plan de hosting suele ejecutarse en un servidor compartido de Internet, donde acceden muchos clientes a la misma máquina, con permisos para ejecutar programas de diversa índole (CGI, ASP, etc.). En un entorno dedicado, sin embargo, se dispone de un grado mucho mayor de seguridad al ser nosotros los únicos con permisos de acceso.
- Uso intensivo de aplicaciones. Si tenemos alguna aplicación que consuma mucha CPU o utilizamos bases de datos de gran tamaño, puede que nuestro alojamiento compartido se nos quede pequeño por tener que compartir dichos recursos.
En un hosting dedicado, tienes uso exclusivo, con todos los recursos del servidor disponibles. - Privilegios de administrador. No hay opción en hosting compartido a acceder con permisos de administrador al servidor donde se aloja tu hosting. Si necesitas acceso con provilegios de administrador, necesitas un hosting dedicado.
- Poder instalar tus propias aplicaciones. Es tu servidor de uso exclusivo, así que puedes instalar en el mismo todo lo que necesites.
- Puede resultar más barato. Si llegas al punto de necesitar un hosting dedicado por temas de recursos, te saldrá más económico porque dispones del límite del hardware que contrates, sin coste adicional por unidad como en el hosting compartido.
Sí, un servidor dedicado pero… ¿cuál?
Ahora que sabemos que necesitamos un servidor dedicado, ¿por cuál nos decantamos?
En el mercado encontraremos muchas ofertas, pero tenemos que centrarnos un poco en las características hardware y software que nos ofrecen, comparar y seleccionar la oferta que más nos convenga.
Por supuesto, una buena marca hardware es una garantía de seguridad importante. Imagina por un momento que contratas la oferta más barata, con un servidor clónico, y características que piensas que son aceptables. Muy contento te dispones a administrarlo y comienzas a dar servicio sin problemas.
Ahora bien, un día se te cuelga… ¡maldita sea! Ese día que no querías que nunca llegara ha aparecido. Ahora te arrepientes de haber contratado un clónico. Pero no es todo. En ese momento necesitas ayuda profesional…pero ¡oh no!, es domingo y el servicio técnico no está disponible. Ahí tienes algo que no habías pensado… el apoyo técnico de tu proveedor.
No olvides que, lo quieras o no, el servidor puede darte problemas, pero seguramente, estarás mucho más tranquilo si tienes detrás a una empresa importante con servicio 24 horas, en tu idioma, todos los días del año, y aún más, con un servidor de marca que te de unas garantías de funcionamiento.
Nosotros te ofrecemos garantía de fiabilidad, junto al servicio técnico más profesional. Visita nuestros planes aquí: Servidores Dedicados